jueves, 29 de abril de 2010

El Aprendizaje Cooperativo

¡Buenas noches a todos mis lectores!

El tema a tratar en este caso, será nada más y nada menos que el aprendizaje cooperativo. El último día hablamos sobre la escuela inclusiva y una de las condiciones fundamentales para fomentarla era "planificar el trabajo en la clase de forma que los alumnos pudiesen aprender unos de otros, es decir, llevar a cabo una estructuración cooperativa del aprendizaje. Así pues, hoy nos centraremos en este requisito de la estructuración cooperativa del aprendizaje. Si deseamos un aprendizaje grupal con alumnos distintos, se debe modificar la estructura de aprendizaje del aula, cambiando de una estructura de aprendizaje individualista o competitiva (que es la más común hoy en día), en la cual se ignora la interacción entre los mismos alumnos como elemento de aprendizaje, a una estructura de aprendizaje cooperativa, en la que los alumnos (con diferentes capacidades) son motivados a cooperar, a ayudarse entre ellos para adquirir un mayor conocimiento. Esto se justifica con el siguiente postulado: "los niños no aprenden únicamente por la enseñanza que reciben de un profesor, sino que también se debe por la cooperación para enseñarse los unos a los otros". Así lo asegura Piaget: "La cooperación entre niños es tan importante como la intervención de los adultos. Desde el punto de vista intelectual, es la más apta para favorecer el verdadero intercambio de ideas y la discusión, es decir, todas las conductas capaces de educar la mente crítica, la objetividad y la reflexión discursiva".


La interacción que se lleva a cabo entre diferentes alumnos tiene una gran importancia en la adquisición de nuevos conocimientos, no obstante, es una ardua idea que no se potencia, en general, en las escuelas. Por el contrario, tradicionalmente, la interacción ha intentado ser evitada:
"El énfasis casi exclusivo en la interacción p rofesor-alumno responde, al menos en parte, a la idea de que las relaciones que se establecen entre los alumnos en el transcurso de las actividades de aprendizaje tienen una influencia secundaria, cuando no indeseable o molesta, sobre el rendimiento escola r. Es obvia, por lo demás, la dependencia de esta idea de una concepción de la enseñanza que contempla al profesor como el agente educativo por excelencia encargado de transmitir el conocimiento y al alumno como un receptáculo más o menos activo de la acción transmisora del profesor. No es, pues, extraño que en este marco pedagógico se intente reducir a la mínima expresión las relaciones alumno-alumno, sistemáticamente neutralizadas como fuente potencial de conductas perturbadoras en el aula, y que la programación del aprendizaje repose sobre la primacía del trabajo individual de los alumnos y la interacción profesor-alumno".(Coll, 1984, p. 119).


Todo se basa pues, en la estructura de aprendizaje que se instaure en la clase. Esta tarea concierne al profesor, que tomará una serie de decisiones en función del tiempo entre su explicación y la reflexión de los alumnos, del trabajo de los alumnos (individual o grupal) y de la manera en cómo los evaluará. Estas decisiones llevarán al profesor implantar una determinada estructura de aprendizaje que variará según las características de cada grupo de alumnos (edad, número, motivación..) y de la personalidad del mismo profesor.
La estructura de aprendizaje puede adoptar, básicamente, tres formas distintas: individualist, competitiva, o bien, cooperativa. Aquello que permite diferenciar las tres modalidades es lo que se llama la "interdependencia de finalidades" que se origina entre los alumnos en el proceso de enseñanza y aprendizaje:

1) Si cada alumno va a "su rollo" sin preocuparse por lo que hacen los demás, no existe interdependencia de finalidades, es decir, el hecho de que un alumno consiga aprender lo que el profesor le enseña, es independiente de lo que los otros alumnos hagan, consiguiendo o no este mismo objetivo. Así pues, la estructura de aprendizaje es individualista. El trabajo es individual pero no competitivo, es decir, cada alumno trabaja por separado sin fijarse en lo que hagan los demás.
2) Si se da una especie de rivalidad entre los alumnos para ver quién aprende más y mejor, entonces hay una interdependencia de finalidades negativa entre estos. Uno llega a su objetivo (ser el mejor en el aprendizahe), y únicamente asi, los demás no consiguen su mismo objetivo. En este caso, la estructura de aprendizaje es competitiva. La ayuda mutua, en este caso, no tiene sentido alguno: si alguien enseñara algo a otro alumno, este podría llegar a superarle. El profesor, puede llegar a propiciar la competencia entre alumnos y así, motivarles a aprender más.
3) Si los integrantes de un mismo grupo se creen una "piña" que se ayudan los unos a
los otros ypara aprender cada vez más, existe una interdependencia de finalidades positiva entre los diferentes alumnos. Un alumno consigue su finalidad (aprender lo lo que le enseñasu profesor lo mejor que pueda) si los otros alumnos llegan también al mismo objetivo. En este caso, hay una estructura de aprendizaje cooperativa. El trabajo es cooperativo, es decir, que trabajan en equipo realizando cada uno sus propios aprendizajes, ayudándose y animándose en todo caso. La ayuda mutua, pues, se promueve. Se parte de la idea de que én un futuro, difícil será ejercer una profesión en solitario y de que las capacidades de unos y otros se complementan y permitern resolver mejor los problemas comunes. El trabajo cooperativo debe ir unido a la responsabilidad individual de cada uno, es decir, que nadie se aproveche del trabajo de los demás sin contribuir con su aportación.


Espero que os haya gustado el tema. Podéis exponer vuestro punto de vista sobre las diferentes modalidades.

¡Buen trabajo!

Zayda

No hay comentarios:

Publicar un comentario