miércoles, 12 de mayo de 2010

La Mediación


¡Buenos días gente!

El tema a tratar en esta entrada será la mediación, es decir, una técnica que permite resolver conflictos entre dos o más personas, con la participación de una tercera persona imparcial o neutral: el mediador. Los mediadores pueden ser alumnos (cosa que permite un acercamiento más coloquial), padres y profesores (estos dos últimos generan más respeto), básicamente. No son jueces ni árbitros, no dictaminan soluciones ni se ponen de parte del que tiene la razón: lo que quieren es satisfacer las necesidades de las dos partes en disputa, supervisando el proceso de comunicación y llevándolo mediante unos sencillos pasos en que permitan llegar a una solución en la que todos se beneficien.

Este método tan sencillo se está llevando a cabo actualmente en algunos centros educativos obteniendo buenos resultados, ya que además de procurar una solución conjunta de un conflicto, promueve un modelo de convivencia más pacífico.

La mediación es voluntaria, confidencial y se basa, principalmente en el diálogo.

Los temas que trata la mediación pueden ir desde problemas relacionados con la transgresión de las normas de convivencia hasta conflictos de amistades que se han deteriorado o cualquier tipo de problemas entre miembros de la comunidad educativa.

Algunas de las funciones que debe desempeñar un mediador bien preparado son por ejemplo:
- Asegurar que las dos partes, que constituyen el conflicto, expresen y dejen claro su punto de vista sobre el mismo.
- Intentar facilitar la comunicación entre ambas partes.
- Animarles a que encuentren soluciones que puedan satisfacerles a los dos.
- Ofrecer opciones que permitan resolver el problema.
- Escuchar las dos partes y concretar qué es lo que necesita cada uno para llegar a un acuerdo.
- Mejorar la empatía, es decir, las actitudes que tiene cada uno respecto al otro intentando comprender su punto de vista.

Por el contrario, existen una serie de distorsionadores de la comunicación que se han de evitar. Estos son, entre otros: aconsejar, esconder información, amenazar, analizar, animar, cambiar de tema y criticar. Del mismo modo, existen una serie de elementso que sirven para mejorar la comunicación: escuchar activamente, parafrasear, clarificar, resumir, reformular y mostrar empatía.

Para llevar a cabo un programa de mediación escolar es necesario el compromiso del Equipo Directivo y la aprobación del Consejo Escolar. Los pasos a seguir son los siguientes: informar al profesorado, al alumnado y a las familias acerca del programa que se pretende establecer; seleccinar aquellas personas que estén interesadas en participar; entrenar las personas interesadas; ofrecer el servicio de mediación a todo el centro; complementar el entrenamiento junto a especialistas externos; organizar las sesiones de mediación; llevar a cabo reuniones del grupo para reciclaje de técnicas y habilidades.

El siguente link que dejo seguidamente, recoge los aspectos más importantes sobre la mediación como técnica de resolución de problemas:
http://www.parlem.es/index.htm

También he encontrado un vídeo donde se hace una pequeña representación sobre el proceso de mediación entre una madre y una hija:
http://www.youtube.com/watch?v=bp-DeLCfuJY&feature=related

Espero que os haya resultado interesante el tema.

Un saludo,
Zayda

martes, 11 de mayo de 2010

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad


¡Hola a todos!

Tal y como comenté en la entrada anterior, en esta introduciremos el TDAH, es decir, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, que es uno de los problemas psiquiátricos más común en la infancia y adolescencia.

El TDAH, según la definición oficial aceptada por todos, es un "Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad que se manifiesta en los niños y adolescentes de una manera temporal, aunque en la mayoría de las ocasiones crónica, en relación al medio social en el que éstos se desenvuelven". Se trata, según E. Manuel García Pérez y Ángela Magaz Lago de una "inadaptación o desajuste al medio social, a causa de la interacción de una característica congénita, denominada Déficit de Atención Sostenida e Hiperactividad, con los sistemas de valores, actitudes y hábitos de comportamiento de los restantes miembros de la familia, escuela o sociedad en general". (www.tda-h.com/actualidad.html).

Este trastorno suele aparecer en edades muy tempranas, normalmente, antes de los siete años y afecta a una población estimada entre el 3 y el 11 por ciento, según autores, dándose con mayor énfasis en los niños que en las niñas, en torno a un 9 y un 3 por ciento, respectivamente. Si no se analiza ni se pone algún medio a tiempo, los síntomas perduran en edad adulta en más del 60 por ciento de los casos. El resultado de esta falta de atención o impulsividad así como su exceso de actividad dificulta su interacción social y rendimiento escolar.

No obstante, no se considera una enfermedad. Simplemente, son personas distintas de las demás en una habilidad determinada, no observable de manera directa: su capacidad atencional, lo que dificulta en algunos casos su adaptación social y escolar.

Las características más habituales de este trastorno se relacionan con los siguientes comportamientos:

-Actividad motriz superior a lo normal en otros niños de su edad, manifestada en un continuo movimiento.
-Escasa capacidad de atención sostenida durante un largo período de tiempo (en muchas ocasiones se muestra aburrido).
-Bajo rendimiento escolar, que se exterioriza en una mala memoria secuencial, en problemas de aprendizaje, en un déficit en las actividades psicomotrices, en dificultades para realizar sencillas operaciones aritméticas, en una lectura pobre, en una memoria escasa, etc. En los primeros cursos, el niño con TDAH suelen presentar dificultades con el dominio de la lecto-escritura.
-Poca persistencia en la ejecución de tareas. Es muy variable, hasta el punto que lo que hace bien un día, lo puede hacer fatal al día siguiente.
-Dificultad de concentración. Estos niños se distraen muy fácilmente.
-Impulsividad, tanto cognitiva como del comportamiento que le llevan a cometer errores de todo tipo.
-Muestra un alto grado de desorganización y poco cumplimiento de los horarios.
-Emotividad, ya que reacciona frecuentemente con una rabieta, llanto o con otros estallidos emocionales.
-Baja autoestima.
-Dificultad en las relaciones sociales.
-En ocasiones aparece relaconado con otros trastornos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad.

También podemos decir que el TDAH es "un trastorno biológico, basado en el cerebro y que es provocado por un desequilibrio de algunos de los neurotransmisores del cerebro, sustancias usadas para comunicar señales entre las células nerviosas". Es un trastorno ligado a la condición biológica que afecta al individuo que lo padece dificultando su adaptación al medio.

Una vez que los especialistas hayan detectado que un niño tiene TDAH, lo primero que se determina es el grado de incidencia de este trastorno en el niño. En el caso que sea elevado los médicos optarán por recurrir a la medicación, con el fin de ayudarle a mejorar tanto su rendimiento escolar, como su relación con sus compañeros y padres. Si por el contrario, los síntomas son leves, el médico no suele recurrir a un tratamiento a base de medicamentos. A continuación, dejo un link sobre un vídeo donde diferentes chicos opinan sobre un fármaco llamado "ritalin": es interesante ver el punto de vista de los afectados en este tema.
http://www.youtube.com/watch?v=ie9Iu-kLxd4&feature=related
Cabe decir, que la familia será un punto de apoyo ensencial desde el proceso de avaluación y durante el tratamiento. Es importante que los especialistas informen, en todo momento, a los padres sobre el trastorno en sí, cómo debe tratar se y cómo deben actuar. La escuela también tendrá un papel crucial en el desarrollo adecuado del niño con TDAH. Los profesores deberán implicarse en la avaluación y el tratamiento del alumno.

Como última aportación, dejo otro link sobre un vídeo donde un niño narra un cuento sobre la TDAH. Lo he encontrado bastante interesante e imaginativo:
http://www.youtube.com/watch?v=XNOqkebGQ0E&feature=related

Hasta la próxima,
Zayda

Trastornos de Conducta


¡Buenas tardes a todos!

Este tema tratará sobre los trastornos de conducta también llamados trastornos antisociales.

Los trastornos de la conducta y del comportamiento se han convertido en una de las situaciones más preocupantes para padres y educadores que ven cómo sus hijos y alumnos presentan cuadros conductuales que necesitan apoyo médico y psicopedagógico. Si hubiese que dar una definición clara y sencilla sobre estos trastornos recurriríamos a aquella que los define como “los problemas que tienen nuestros hijos cuando tienen dificultades para cumplir las normas que la mayoría de los niños aceptan”.

Para evaluar si un alumno padece un trastorno antisocial deberá presentar, durante más de 6 meses al menos, 3 de los siguientes síntomas (entre otros):
-Robos.
-Huída del hogar (por lo menos en 2 ocasiones).
-Frecuentes mentiras.
-Absentismo escolar.
-Incendios.
-Destrucción de propiedades privadas.
-Peleas, violencia, agresividad.
-Crueldad con animales.
-(...).

Son muchos los factores que contribuyen al desarrollo del trastorno de conducta. Los exámenes neuropsicológicos indican que los niños y adolescentes que padecen trastornos de conducta parecen tener afectado el lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere en su capacidad de planificar, evitar los riesgos y aprender de sus experiencias negativas. Se considera que el temperamento de los niños tiene origen genético. Los niños y adolescentes con un carácter complicado tienen mayor número de posibilidades de desarrollar trastornos del comportamiento. Los niños o adolescentes que provienen de familias inestables también tienen mayor probabilidad de desarrollar este tipo de trastornos. Se sabe que los problemas sociales y el rechazo por parte de sus compañeros contribuyen a la delincuencia. Existe también una relación entre el bajo nivel socioeconómico y los trastornos de conducta. Los niños y adolescentes que exteriorizan un comportamiento delictivo y agresivo tienen un perfil cognitivo y psicológico que los caracteriza cuando se los compara con niños que tienen otros problemas mentales y con los pertenecientes a grupos de control.

Cabe decir que los alumnos con trastorno de conducta son alumnos capaces de aprender; descartan o distorsionan el aprendizaje; la necesidad de una función educativa se constata muy claramente en los lugares de relación y vínculo social como por ejemplo el patio, el comedor, el gimnasio, la pista deportiva, los pasillos o los lavabos, que son lugares privilegiados de educación que reclaman de una autoridad responsable que acoja y acompañe más que no vigile y controle.

Por lo general, los trastornos de conducta se diagnostican por medio de psiquiatras especializados en niños. Los padres que observen síntomas de TC en sus hijos pueden ayudar buscando una evaluación y tratamiento temprano. Este puede llegar a evitar a menudo problemas futuros. Hay que añadir, que el trastorno de conducta normalmente se manifiesta junto con otros trastornos de la salud mental, incluyendo trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, de estrés postraumático, abuso de drogas, trastorno hiperactivo de déficit de atención (tema que trataré en la próxima entrada) y trastornos del aprendizaje, incrementando la necesidad de un ánálisis y un tratamiento precoces.

El tratamiento será específico en los niños que tienen trastornos de conducta según el dictaminado por su médico. Dependerá de la edad del niño, su estado de salud, el progreso de los síntomas, la tolerancia del niño a según qué medicamentos.
El tratamiento puede incluir un enfoque cognitivo-conductista (con el objetivo de incrementar la capacidad del niño en cuanto a resolver problemas y para controlar sus emociones), una terapia familiar (con el fin de mejorar la comunicación familiar), una terapia de grupo con los compañeros (permite desarrollar las capacidades sociales) y los medicamentos (en el caso en que respondan al medicamento, sirve principalmente para reducir los síntomas que se desarrollan).

Para finalizar, dejo un link sobre una página web donde podemos encontrar diferentes consejos para prevenir los trastornos de conducta entre otras cosas:
http://www.fundacionalzheimeresp.org/index.php?option=com_content&task=view&id=663&Itemid=181

Un saludo,
Zayda

lunes, 10 de mayo de 2010

Intervención



¡Buenas noches!

Tal y como comenté en la entrada anterior esta entrada está destinada a introducir la intervención en las DA de la lectoescritura:

Como punto de partida, encontramos dos grandes líneas de intervención:

a) La primera considera muy importante que el alumno se reencuentre con la lectura, se lo pase bien, desarrolle estrategias para poder trabajar flexiblemente con los textos: anticipar, adivinar, etc: que use el medio de comunicación que constituye el lenguaje escrito.

b) Alternativamente podemos razonar que, si el problema reside en el déficit de ciertas habilidades o procesos que dificultan el reconocimiento de las palabras, la intervención debería consistir en recuperar el déficit y fortalecer los recursos de los sujetos para poder reconocer las palabras escritas y acceder a su significado.

Así pues, podemos decir que los dos enfoques son necesarios para la intervención (restablecer el uso comunicativo del lenguaje escrito y la reeducación de las habilidades implicadas en el reconocimiento de las palabras).


A continuación, trataremos la intervención en las habilidades específicas:

- Si existen problemas en la vía fonológica:

1) Se ha de ayudar al niño a tomar conciencia de las diferentes unidades fonológicas del lenguaje, sílabas, fonemas, etc. Esto es especialmente importante cuando los sujetos omiten o confunden letras correspondientes a dos fonemas (por ejemplo, la "y" por la "ll") o cuando pasan por alto algún fonema en la lectura o alguna letra en la escritura (ante "costa", escriben o leen "cota").

2) En segundo lugar, se trata de poder adquirir con total seguridad las reglas del código alfabético, es decir, no solamente se debe saber identificar el sonido común, sino, que además, se debe respetar la correspondencia entre este sonido y el grafema correspondiente.

3) Automatización de las reglas: Programa denominado Escribir una frase. Este programa es útil cuando el niño tiene dificultades para unir o segmentar palabras. En este caso, podemos suponer que el niño tiene conciencia fonológica y conoce las reglas, pero le falta automatización y, como consecuencia, deja de banda la necesidad de considerar los límites de las palabras. Si los problemas del niño están orientados hacia una lectura llena de errores, como por ejemplo sustituciones de los fondos, omisiones, cambios de palabras, etc., el programa con el que debemos trabajar es el de "Lectura conjunta".

Como conclusiones, podemos destacar que dependiendo de cuál sea el tipo de problemas
del niño con el que estamos trabajando, escogeremos un programa u otro para enseñarle las estrategias que le carecen:

a) Si es un niño con grandes problemas fonológicos, será conveniente que primero trabaje las habilidades de segmentación e identificación de fonemas antes de empezar
a tratar otros problemas de lectura y escritura.

b) Si el niño tiene problemas a la hora de escribir palabras o lo que hace es sustituir unas grafías por otras, haría falta hacerlo trabajar con el programa denominado "Escribir una palabra".

c) Si, por el contrario, el problema del niño es una lectura inadecuada, nos decantaremos por el programa "Lectura conjunta".


- Si existen problemas en la vía léxica:

1) Una primera posibilidad es proporcionar experiencias sistemáticas de lectura
conjunta. Para el niño con problemas en la vía léxica, la mayoría de las palabras le resultan ortográficamente desconocidas, y por esto las debe leer por la vía de la vía fonológica. El objetivo es conseguir que adquiera el máximo número de palabras familiares. La lectura deberá garantizar el acceso a la construcción de un significado global del texto independientemente del nivel de lectura que tenga el alumno o alumna.

2) Otra posibilidad, complementaria de la anterior, pero que sin duda es más artificial, es utilizar alguna versión de los denominados métodos multisensoriales. El objetivo es que el niño se familiarice con las palabras basándose en la experiencia proporcionada por todos los sentidos.


Como última aportación, añado que hoy en día, el uso de los ordenador está muy extendido en el ámbito educativo, cosa que facilita la intervención por medio de esta vía. Los programas de intervención en la lectura y en la escritura que hacen uso del ordenador nos permiten individualizar el ritmo y los materiales necesarios para trabajar con los niños. Los ordenadores son unos instrumentos que despiertan la motivación en el niño, permiten la aportación de listas de palabras ndividualizadas, las cuales se basan en los patrones de errores de cada niño, y ofrecen un feedback preciso, incluso hablado. Los niños pueden leer materiales más complejos, con más precisión, cuando los ordenadores aportan el feedback sonoro de las palabras difíciles.

A continuación, dejo un link sobre una página donde podemos encontrar diferentes actividades para llevar a cabo cuando nos encontramos alumnos con dificultades en la lectoescritura:
http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=316

Por último, ¿se os ocurre algún método que se pueda aplicar en estos casos? ¿conoceis alguno que sea muy efectivo? ¿teneis alguna propuesta?

Buen trabajo,
Zayda

Adquisición y Avaluación


¡Buenas!

Continuando con el tema anterior, hoy hablaré sobre las diferentes etapas que se distinguen en la adquisición de las vías de acceso al significado. Seguidamente, comentaré la avaluación que se debe realizar en niños que desarrollan una dificultad en la lectoescritura.

Así pues, para empezar, describiré las tres fases en que se divide la adquisición de la lectura:

1) Etapa logográfica: hace referencia a todo aquello que el alumno o alumna adquiere a través de su participación en actividades sociales de carácter informal. En estas actividades los niños indagan el significado de ciertos rótulos y aprenden a distinguir alimentos, juguetes, etc., atendiendo al nombres que los acompañan. Este reconocimiento, de carácter global, depende de disparos visuales secundarios, como la largura de la palabra su contorno, la presencia de algún carácter que les resulta atractivo o el contexto (el entorno en el cual aparece esta palabra). El éxito de esta experiencia informal es el desarrollo de un vocabulario más o menos extenso. También hace falta tener en cuenta que los niños pueden desarrollar ciertas hipótesis sobre la correspondencia entre el lenguaje oral y el escrito.

2) Etapa alfabética : consiste en adquirir un procedimiento que permita pasar de la ortografía a la fonología, es decir, la vía fonológica. No se trata solamente de adquirir las reglas, sino de automatizarlas hasta el punto de poder operar con precisión, rapidez y sin esfuerzo. Tampoco se trata de pensar que escribir es más fácil que leer, sino constatar que el acto de escribir es el que nos empuja más a darnos cuenta de la existencia (“dentro” las palabras) de segmentos (sílabas, sonidos) que se repiten en diferentes palabras y que están representados por las mismas letras.

3) Etapa ortográfica: consiste en desarrollar la capacidad de reconocer de forma inmediata las palabras, atendiendo a la secuencia de letras constituyentes. Esto es la vía léxica. La capacidad de reconocer ortográficamente las palabras, depende del hecho que se lea mucho y bien, a través de la vía fonológica. Una vía depende de la otra. La vía ortográfica se desarrolla antes en la lectura que en la escritura.

A través de las breves descripciones, nos podemos plantear la siguiente pregunta: ¿No se debería hablar de estrategias en vez de etapas? La respuesta es afirmativa, ya que es necesaria la existencia de un modelo más maleable donde se discuta sobre diferentes estrategias que puedan llevarse a cabo simultáneamente.

Cuando el niño ha adquirido una dificultad en la lectura o escritura, ¿cómo se puede comprobar? Lo primero que hay que tener claro es si el niño tiene o no una dificultad determinada de aprendizaje de la lectura, es decir, si es o no disléxico.
A continuación, se debería valorar sus necesidades educativas, es decir, saber interpretar el comportamiento del alumno/a lector atendiendo a una teoría sobre la lectura observando su propia lectura e interpretando sus errores.
Para llevar a cabo esa avaluación primero se mide el nivel intelectual del niño mediante una prueba estandarizada (WISC. IQ >95)junto con el rendimiento en la lectura mediante una prueba estandarizada (TALEC). Esta última consta al mismo tiempo de dos pruebas: una de lectura, en la cual se avalúa la lectura de letras,
sílabas, palabras, texto y comprensión lectora; otra de escritura, en la que se avalúa la copia, la escritura en el dictado y la escritura espontánea (el nivel que el niño obtiene está en función del número de errores y del tiempo que utiliza para resolver la prueba.
Una vez realizadas las dos pruebas, se constata un desfase de al menos dos años entre el rendimiento en estas pruebas y el que se podría esperar según el cociente intelectual. Después, se debe buscar información sobre la historia del niño o niña: enfermedades, posibles deficiencias, escolarización, etc., cosa que nos ayudaría a descartar la presencia de los criterios de exclusión.

¡Espero que no se os haya hecho muy pesado!
Sin más dilación, me despido hasta la próxima entrada donde hablaremos de la intervención que se ha de llevar a cabo en caso de DA de la lectura o escritura.

Saludos,
Zayda

domingo, 9 de mayo de 2010

La Doble Vía: Fonológica y Léxica


¡Buenos días!


Tal y como anuncié en mi última entrada, el tema a tratar hoy es la doble vía, es decir, la teoría que defiende que existen dos vías diferentes, aunque complementarias, para poder acceder al significado de las palabras: la vía fonológica y la vía léxica.

La vía fonológica tiene por función acceder al significado de las palabras escritas después de una operación intermedia que consiste en transformar en fonemas los símbolos gráficos que componen las palabras escritas. Así pues, se cambian los elementos ortográficos de las palabras en fonemas hasta reconstruir la versión oral
de la palabra. Una vez está reconstruída la versión oral, podemos reconocer la palabra y así, de manera automática, accederemos a su significado. De este modo, por ejemplo, ante la palabra "casa" actuaríamos traduciendo cada una de las grafías a su fonema correspondiente hasta configurar la secuencia de fonemas total. A continuación, podríamos reconocer esta secuencia de fondo que configura la versión
oral de la palabra y acceder al significado que tiene para nosotros.
La via fonológica puede operar con diferentes unidades ortográficas: letras, conjuntos de letras, sílabas, conjuntos de sílabas...El requisito que nos permite hablar de vía fonológica es que las unidades ortográficas sean más pequeñas que la palabra que hay que analizar, es decir, que sean unidades sublexicales. Esta vía puede ser utilizada por todo tipo de palabras, pero resulta necesaria cuando nos encontramos con palabras desconocidas des del punto de vista ortográfico.

La vía léxica supone un reconocimiento inmediato de la palabra escrita. Por ejemplo, reconocemos la palabra mesa como lo haríamos ante el dibujo de una mesa. Esta vía es más rápida que la vía fonológica. La vía léxica requiere que el lector haya sido capaz de darse cuenta de los patrones de letras que distinguen unas palabras de otras y de memorizarlos, lo cual es el fruto de la experiencia repetida con estas palabras escritas. Esta vía solo puede ser utilizada ante palabras conocidas, o también llamadas familiares.

Habitualmente, diferenciamos entre problemas en la lectura y en la escritura. Los primeros reciben el nombre de dislexia y los segundos de disgrafía. Así pues, podemos hablar de dislexia fonológica (se ve afectada la vía fonológica) y dislexia superficial (se ve afectada la vía léxica), y de disgrafía fonolófica (se ve afectada la vía fonológica) y disgrafía superficial (se ve afectada la vía léxica).

Cuando la vía fonológica está deteriorada en el caso de la lectura (dislexia fonológica) existe la imposibilidad de leer palabras que no se han visto antes. Sin embargo, sí que se pueden leer las palabras que ya formaban parte de dicho léxico antes de la lesión, aunque con numerosas dificultades en las palabras funcionales y con los derivados. Así pues, los sujetos que padecen este trastorno se caracterizan por ser capaces de leer las palabras que les son familiares, pero son incapaces de leer las poco familiares y las pseudopalabras, (trastorno en el mecanismo de traducción de los grafemas o de sus combinaciones a un código fonológico). Los disléxicos fonológicos son sensibles al efecto de la frecuencia de palabras, pero no a su longitud ni a su regularidad, de modo que en sus errores se concentran en las pseudopalabras, siendo muy frecuente la lexicalización cuando éstas se parecen a una palabra real de alta frecuencia (por ejemplo, leer “colegio” donde pone “colespio” o “blanco” por “blaston”).

Si es la vía léxica la que se encuentra dañada en el caso de la lectura (dislexia superficial) la persona puede leer sin problemas cualquier combinación de letras que siga las reglas de conversión grafemafonema, pero siempre por vía indirecta. El trastorno se revela por una lectura lenta y poco fluida y por las dificultades para distinguir el significado de las palabras homófonas, como “hola“ y “ola“, ya que para el sujeto son la misma. Pueden leer mediante la vía fonológica (su reconocimiento de las palabras se hace mediante la asignación del valor fonemático a los grafemas). Encuentra gran dificultad para leer una palabra globalmente, por lo que su lectura tiende a ser siempre lenta, titubeante, carente de fluidez. Emplea una estrategia de tanteo para ver si acierta con la pronunciación adecuada de la palabra, de modo que cuando logra decirla accede a su significado.

Cuando resulta dañada la vía fonológica en el caso de la escritura (disgrafía fonológica) se dificulta la conversión de los fonemas en grafemas cosa que les obliga a escribir sólo por la vía léxica, por lo que su principal síntoma será una gran dificultad para escribir palabras desconocidas (como las pseudopalabras), coexistiendo con capacidad normal para escribir aquellas otras de las que se tenga una representación en el léxico ortográfico. Este tipo de pacientes también suele cometer errores derivativos (por ejemplo, escribir «bebía» por «bebe») y en las palabras funcionales.

Por último, si es la vía léxica la que se ve afectada en el caso de la escritura (disgrafía superficial) se manifiesta una gran dificultad en la escritura de aquellas palabras que siguen una ortografía arbitraria (palabras poligráficas), incluidos los homófonos. Aunque son capaces de escribir correctamente cualquier palabra cuya ortografía no plantee dudas.

Como última observación, puedo decir que lo fundamental es no dejarse llevar por conclusiones fáciles que hagan recaer la problemática en la persona que aprende, sino que primero se ha de evaluar el proceso de enseñanza al que está sometido el alumno con este tipo de dificultad y, a continuación, establecer un marco educativo adecuado a sus habilidades.

Un saludo,
Zayda

jueves, 6 de mayo de 2010

Las DA en lectura y escriptura



¡Saludos a todos!

Siguiendo la misma línea que en las anteriores entradas, el tema a tratar hoy son las dificultades en lectura y escritura.
El uso del lenguaje escrito implica la capacidad para aprender cosas nuevas mediante la lectura y la capacidad para exponer nuestros pensamientos por escrito. La lectura y la escritura implican el saber coordinar una amplia variedad de actividades complejas, algunas relacionadas con saber atribuir un significado a símbolos escritos y otras relacionadas con saber interpretar el significado de un texto. Aprender a leer y escribir exige el uso del lenguaje de manera más consciente. Dada su complejidad, el aprendizaje de estas actividades llega a convertirse en un serio problema para algunos niños. Esta dificultad que tienen algunos alumnos implica una serie de errores que se convierten en un verdadero problema cuando se habla de niños que comprenden las edades entre 9, 10 o más años.

Un análisis de muestras amplias del rendimiento de alumnos demuestra que el tipo de errores (inventarse una palabra, omitirla, confundirla, invertir algún sonido o letra...) tiende a mostrar una cierta estabilidad y persistencia (consistencia intra-individual). En la lectura, concretamente, los niños presentan una evolución muy lenta de la velocidad media y muchas veces no se supera el simple deletreo. El número de errores es muy elevado. Estos pueden ser de ortografía (no respetan las reglas ortográficas convencionales); otros afectan a reglas más básicas, como las que hacen referencia a la relación entre letras y sonidos; también hay errores que tienen que ver con la separación de palabras; otros que tienen que ver con procesos más globales, como la calidad de l’expresión o de la comprensión.

En los alumnos con DA en la lectura y la escritura podemos encontrar reacciones difíciles de explicar:
- Hay alumnos que parece que comprenden mejor de lo que habría de esperar teniendo en cuenta que leen mal.
- Otros alumnos que comprenden mejor si leen en voz alta.
- También existen alumnos que tienen algunos días que leen bien y otros que leen mal.

Llegados a este punto, deberíamos plantearnos lo que se conoce con el nombre de dislexia. Algunos autores que es un conjunto de trastornos que pueden afectar el aprendizaje de la lectoescriptura. Otros prefieren utilizar el término trastorno específico de lectura. Otra corriente, sin embargo, se opone a la utilización de este término porque niegan su propia realidad como una entidad diferente, puesto que diagnosticar unos síntomas sólo permite cristalizarlos. Otra característica que se asocia habitualmente a la dislexia es la presencia de trastornos asociados denominados instrumentales o déficits funcionales: conocimiento del esquema corporal, la orientación espacial, la lateralidad , la organización perceptiva...
Se han hecho estudios comparativos y muchos niños que leen y escriben bien obtienen resultados bajos en las pruebas que miden estas aptitudes y, contrariamente, niños con graves problemas en la lectoescriptura las superan sin ninguna dificultad. La correlación con la presencia de trastornos instrumentales pues es baja y por lo tanto no permite establecer correlaciones causales.

Así pues, sólo nos será posible ordenar este conjunto de dificultades si disponemos de una teoría que hable de la lectura y otra que hable de la escritura.
En los modelos de lectura que se han ido creando durante las dos últimas décadas hay distinguir dos grandes grupos de operaciones cognitivas:
-Las operaciones implicadas en el reconocimiento de las palabras.
-Las operaciones que intervienen en la comprensión de las palabras.
Esta misma distinción la podemos hacer refiriéndonos a la escritura, en la que también hay que distinguir:
-Las operaciones implicadas en la escritura de las palabras.
-Las operaciones implicadas en la redacción de un texto.

A partir de aquí empezaremos a hablar de la doble vía, es decir, de la vía fonológica y la vía léxica. Este tema lo presentaré en la próxima entrada.

Para finalizar, dejo dos links sobre dos vídeos: en el primero podemos ver los métodos que utilizan una serie de profesoras para que sus alumnos lean y escriban; en el segundo podemos obserbar de qué manera se puede ayudar a que los hijos puedan convertirse en buenos lectores.
http://www.youtube.com/watch?v=z-iWzNQ6aGk&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=oHOKeczIXFk&feature=fvw

Buen trabajo,
Zayda.